Tiempo: Akhenatón, el primer faraón hippie

Viajo hoy más de 3000 años para encontrar una figura que provocó la mayor revolución de toda la historia de Egipto (si, algo mayor de la que se ha montado ahora con Mubarak). 

Para entender esta historia hay que situarse en el Egipto del siglo XIV a.C., y lo que suponía vivir en esa época (no existían ni el tuenti ni el facebook, y las discotecas eran un reservado para los sacerdotes de Amón)

Akhenaton

Desde sus inicios, la religión del Egipto faraónico iba adaptándose a los diversos factores de carácter histórico de las dinastías egipcias que iban reinando. Vamos, que según reinase uno u otro se adoraba al dios que más a mano tuviese. 

Con el tiempo comenzó a extenderse el culto al dios Amón, cuyo centro espiritual estaba en Karnak. Así, el culto a Amón (y, por tanto, su clero) ocupó una posición predominante en el panteón egipcio y se transformó en el «Dios de la Victoria»

Templo de Amon, en Karnak

Los gobernantes de la Dinastía XVIII, al grito de "por Amon", convirtieron a Egipto en un gran imperio. Con cada nueva conquista, un nuevo templo para Amón, y poder y riquezas para la saca de sus sacerdotes (¿donde habré visto yo esto despues?). Llegó un punto de que en Egipto no se movía una mosca sin que los sacerdotes de Amón le hubiesen dado el permiso.

Ya en el reinado de Amenofis III (el padre de Akenatón), este empezó a vislumbrar que no era rentable ser el  faraón y al final mandar menos que los Sacerdotes de Amón, por lo que introdujo el culto al dios Atón (en principio como dios secundario). Este dios Atón era la representación del disco solar.

Representación del dios Atón, adorado por Akhenatón.

Cierto día de 1372 a.C.  llamaron a Amenofis III para que acudiera a las estancias reales donde su mujer, la faraona (la Lola no, otra anterior) estaba dando a luz a un precioso niño al que llamarían Amenhotep Necher heka Uaset  (entonces no se llevaban todavía nombres como Borja, Rodrigo o Arturo...). La matrona se lo entregó y le dijo: "Ha tenido usted un Hereje", y con ese nombre se quedó por mucho tiempo (la verdad es que lo de hereje era un calificativo "amistoso" que le pusieron más tarde los chicos del culto de Amón)

Akhenatón

El tiempo pasó y Amenofis IV (que así se llamaba en un principio nuestro protagonista) fue creciendo. Los que le conocieron hablan de que fue un chico un poco afeminado, razón por la cual quizás, su padre le buscó como esposa a una chavalita,  reciente ganadora del certamen de belleza de Miss Mundo Conocido, llamada Nefertiti. 

Busto de Nefertiti, Museo Egipcio de Berlin

Una vez llegado al trono, dedicó sus primeros 3 o 4 años de reinado a pensar en la manera de hacer un ERE en el Templo de Karnak, hasta que en su quinto año de reinado decidió rescindir el contrato que ligaba a Egipto con Amón y pasar a montar él la una empresa propia llamada Aton, ubicada en el paraiso fiscal de Ajetatón (actual Tell Amarna), donde el sería el Administrador Único.

El caso es que una vez desmontado el chiringuito de los Sacerdotes de Amón, se dedicó a cambiar todo. Cambió su nombre de Amenofis IV a Akhenaton, cambió la capital de Egipto, como he dicho, de Tebas a Tell Amarna, cambió las relaciones de los egipcios hacia los dioses (los dioses ya no hablaban a los sacerdotes, le hablaban directamente a él, para ahorrar teléfono, digo yo). Además en un arrebato pacifista, decidió mantener el status-quo de sus posesiones y seguir con las alianzas heredadas de su padre, consintiendo el aumento de poder del Imperio Hitita que acabaría rompiendo la paz (aquella frase de "la mejor defensa es un buen ataque", creo que se inventó en esta época). 

El último cambio más notable fue el cambio de los cánones artísticos. Se pasó de los cánones artísticos tradicionales, (donde por ejemplo, las personas se representaban en distintos tamaños según su importancia, y todos guapos y esbeltos), a un modo de representación más natural, más acorde con la realidad. Se pasó de representar a faraones dando mamporros a diestro y siniestro y ganando a todos los enemigos, a representar escenas cotidianas del faraón con su mujer, con sus hijos, y con su barriguita cervecera.

A la izquierda representación de Akhenatón. A la derecha la familia Real: Akhenatón, Nefertiti y tres de sus hijas.

Tuthankamon. Museo Egipcio de El Cairo.

Llegados a este punto, os preguntareis porque hablo de Akhenatón como el primer faraón hippie. Recientes estudios han desvelado que el opio circulaba por su palacio como las armas por Libia. 

Así que tenemos a un faraón pacifista (no le gustaba atacar, prefería quedarse en casa), "fumao", intentando buscar todo el día al Atón, el cual era un dios del pueblo, con su tripita cervecera... y dando caña al imperialismo tebano. No es de extrañar que muriese en "extrañas circustancias" y que su hijo y sucesor "Tuthankamon" tambien lo hiciera. Tampoco me extraña que el niño Tuthankamón abracese la religión de Amón y renegase de su padre, para evitar todo lo que se le venía encima y que al final acabó con él.